-¿Qué va a pasar con el Almirante Irízar?

-Hasta que no llegue a puerto no se sabe. La parte vital, los motores (y el núcleo central), ya murió -señala el cabo segundo Ocaña.

Pero luego, el militar cordobés traza un panorama ciertamente esperanzador:"Ayer a las 12 del mediodía pasaron una foto en la que se veía que el ‘hótel´ (así lo acentúa), esa parte blanca donde están los camarotes, estaba intacto y, aparentemente, no se había quemado".

Ocaña dice que, además, el casco, que es doble, estaría utilizable.

Respecto de sus misiones, estima que se perdió la posibilidad de que continuaran, justo ahora que se habían vuelto a hacer las campañas de invierno, que, por cuestiones económicas, no se hacían desde 1998, aclara.

"En marzo se inició el año polar y (el Irízar) tenía una gran actividad", como "el encuentro de todos los rompehielos del mundo en Brasil, en agosto, para marchar juntos a la Antártida".

Por su parte, el director del Instituto Antártico Argentino (IAA), Mariano Memolli, aseguró ayer que el Gobierno dispone de "otras alternativas" si el Irízar no puede ser reparado tras el incendio.

En ese sentido, anticipó que "se tendría una nueva nave" para operar en la Antártida en caso de que "no se pueda solucionar lo del Irízar", aunque aclaró que primero "hay que inspeccionar el casco" del rompehielos, "un trabajo profundo que va a llevar un par de semanas", según estimó.

Si es posible, "habrá que reponerlo prontamente, algo de eso manifestó la ministra de Defensa (Nilda Garré), pero tenemos otras alternativas", manifestó Meollo, quien se encontraba ayer en la base naval de Trelew, donde recibió a los 238 náufragos.