En el primer ámbito, según señaló, el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Córdoba, Pablo Novoa se debe “educar a la población en el no consumo de fármacos sin consulta profesional y para que mantenga medidas de higiene, además de cocer bien los alimentos, para evitar el Síndrome Urémico Hemolítico, que causa 400 casos anuales de injuria renal aguda y 3 por ciento de mortalidad, para lo cual se promueve la consulta frente a diarrea y vómitos en especial niños y ancianos”.
En forma intrahospitalaria –añadió– hay que concientizar al equipo de salud sobre el uso de fármacos como antiinflamatorios no esteroideos, agentes iodados y otros y advirtió que ciertas maniobras o procedimientos pueden generar injuria renal.
El Hospital Córdoba es uno de los más importantes en el país en materia de trasplante de riñón, el servicio de Nefrología está encabezado por Novoa y secundado por Iván Rodríguez Gómez. Gustavo Iglesias, médico del establecimiento y miembro de la comisión directiva de la Sociedad de Nefrología de Córdoba expresó que “la enfermedad renal crónica afecta al diez por ciento de la población”, pero recalcó que “el problema es que no produce síntomas y cuando los produce, está en periodos muy avanzados, cuando hay una pérdida de casi el 85 por ciento de la función. En ese punto, las medidas son de sostén”.