Con algunos referentes se reúne regularmente, es el caso de representantes del supermercadismo nacional y referentes de empresas de la alimentación.
Pero también tiene encuentros frecuentes con otros ejecutivos de distintos rubros de todo el país. “No es raro que la secretaria de Moreno te llame a última hora y te convoque a una reunión en su despacho a la mañana siguiente. Y tenés que estar sí o sí”, comentaba un empresario Pyme local. Su carácter y sus tratos hacia los interlocutores, con un comportamiento alejado de lo que se podría esperar de un funcionario (hasta con un arma sobre la mesa) no sólo se conocen por anécdotas de empresarios, sino que en muchos casos, las reuniones fueron registradas y difundidas en video, pese a que los participantes en los encuentros tienen que dejar sus celulares en la puerta de su oficina.
Pero lo que más molesta a los empresarios no es esto, sino que por su mesa de decisión pasan muchísimas autorizaciones que necesitan para trabajar: desde la firma para poder importar una máquina, o para vender al exterior determinados productos, hasta el visto bueno para los créditos del Bicentenario.
Su estilo le permite “disciplinar” a todos aquellos que se atreven a cuestionar cualquier aspecto del Gobierno nacional y las represalias se ven en las trabas al normal funcionamiento de las empresas “rebeldes”.