El trágico derrumbe de un gimnasio en el barrio porteño de Villa Urquiza, que arrojó el saldo de tres muertos y una docena de heridos, le hizo recordar a Carla las sensaciones horribles que experimentó aquel 7 de agosto de 2004, cuando se desmoronó una pared medianera de 13 metros de largo por cuatro de altura de una pensión de barrio Nueva Córdoba. La joven estaba estudiando con una amiga en la casona de Paraná 56, perteneciente a Ana María Domínguez. El muro se desplomó por las excavaciones con máquinas viales para realizar las submuraciones de una torre de departamentos proyectada en el terreno colindante.
"Recuerdo que crujieron las paredes y comenzaron a rajarse los pisos. Salimos disparando y al ratito se desplomó todo y hasta camas y muebles de los dormitorios de ese lado fueron a parar al pozo que estaban cavando con palas mecánicas", recuerda la joven profesional en su consultorio de kinesiología de Alta Córdoba.
Hace seis meses pasó algo parecido en barrio Cofico y los bomberos debieron actuar para rescatar a una mujer que se encontraba en la planta alta de una casa que se desplomó.
Dos por mes. "Unas dos veces por mes somos requeridos para actuar en derrumbes de obras en esta ciudad", afirmó Walter Ramón Luján, comisario a cargo de la División Grupos Especiales de los Bomberos de la Policía de Córdoba. La mayoría de los accidentes se registran en Nueva Córdoba y barrios aledaños, aseguró el socorrista.
"Lo que ocurre es que el suelo en esa zona es blando, gredoso y el intenso tránsito de ómnibus, vehículos pesados y maquinaria hace muchas veces que se produzcan desmoronamientos, sobre todo cuando hacen excavaciones profundas para levantar grandes edificios", señaló el bombero profesional.
En base a su experiencia, Luján opinó que "muchas empresas constructoras dan la impresión de que no toman todos los recaudos para prevenir accidentes, quizá para bajar costos".
El titular del Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba, Domingo Gandolfo, confirmó la sospecha del bombero. "En Córdoba se ejecutan obras de una manera rápida, sin mecanismos de control. En general no se exige la documentación para ver cuál va ser el plan de ejecución ni se reclaman estudios del suelo ni cálculos de estructuras, dos ítems básicos para la seguridad de las construcciones", cuestionó el profesional.
El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Néstor Chavarría, coincidió con el representante de los ingenieros civiles. "Una de las preocupaciones centrales de nuestro gremio es la falta de legislación en materia de seguridad de trabajadores y terceros en obras de gran envergadura y de inspecciones técnicas regulares por parte de quienes tienen que ejercer el poder de policía", planteó el dirigente sindical.
Chavarría reclamó a los concejales que actualicen el Código de Edificación de la ciudad e introduzcan en la norma la obligación de adjuntar a los planos de edificación de grandes obras, al momento de solicitar el permiso de edificación, "el estudio del suelo, el cálculo de estructura y la memoria descriptiva del proyecto, con la especificación del método constructivo a emplear durante la ejecución del subsuelo y submuraciones de paredes vecinas". También, corroborar la presencia de un profesional a cargo de la dirección técnica de la obra durante la jornada laboral. "Este requisito está previsto en la ley pero casi nadie lo cumple, al igual que el vallado perimetral y la exhibición del cartel de la obra", indicó el dirigente gremial.
Chavarría recordó el trágico derrumbe de una medianera de un edificio en construcción en Ciriaco Ortiz 1451, de barrio Pueyrredón. El siniestro causó la muerte a un albañil de 35 años y heridas a otros cuatro.
En lo que va del año murieron cuatro obreros de la construcción en accidentes de características similares al señalado. Sin embargo, todo sigue igual que siempre.