Aunque Oscar González admitió: “Lamentablemente, hay casos, aquí y en todo el mundo, que no se llegan a esclarecer. Pero nosotros somos respetuosos de las instituciones. Preferimos no intervenir, no opinamos cuando los temas están en manos del Poder Judicial”, expresó.
En 2007, cuando había un triunvirato de fiscales designados para la investigación, el gobernador José Manuel de la Sota hizo declaraciones sobre el caso Dalmasso. Se quejó porque los fiscales se tomaron la feria de enero.
“Me gustaría que hubiera una dinámica más rápida que nos permitiera que a el o los asesinos se les pudiera aplicar todo el peso de la ley y se los estuviera juzgando”, expresó De la Sota en su momento.
Y al ser consultado sobre las posibilidades de descubrir al homicida, se mostró confiado. “Córdoba tiene uno de los más altos índices de esclarecimiento de crímenes”, señaló el mandatario.
Poco tiempo después, fue detenido el pintor Gastón Zárate, quien, en medio de los rumores y el descreimiento reinante, fue considerado “el perejil” del caso y liberado después de una movilización popular inédita en Río Cuarto.