Ciudad del Vaticano. El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, dijo ayer que la Iglesia "no debe repetir sus errores, pero tampoco exagerarlos", que el papa no es un "tecnócrata", sino un pastor, y que da igual de dónde provenga el próximo, "ya que Dios entiende todos los idiomas y conoce todos los colores de las caras".
Amigo Vallejo, uno de los 115 cardenales electores que a partir de mañana participará en el cónclave del que saldrá el sucesor de Benedicto XVI, hizo estas manifestaciones en la misa que ofició en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, de Roma, de la que es titular.
Numerosos cardenales oficiaron ayer misa en las iglesias romanas que tienen asignadas, que simbolizan la participación de los purpurados en el cuidado de la Ciudad Eterna, de la que el papa es obispo.
El prelado de Sevilla imploró al Espíritu Santo y la oración de los fieles para que los cardenales electores “sepan elegir” el Pontífice que necesita a Iglesia, “que será el que quiera el Espíritu Santo”.
“El papa no es un maravilloso tecnócrata. Es un pastor”, afirmó el franciscano Amigo, de 79 años de edad, quien además agregó que la Iglesia siempre ha tenido dificultades y “tantísimos problemas”, pero que siempre estará guiada por Dios, que “jamás dejará de sostenerla con sus brazos.
Amigo Vallejo dijo también que la Iglesia “no debe repetir los errores” en los que ha caído muchas veces, “pero tampoco exagerarlos” y que no puede estar “apiadándose” de sí misma.
“La credibilidad de la Iglesia llega por las personas”, subrayó el cardenal, quien aseguró que a pesar de la secularización que recorre el mundo “la Iglesia no está en retirada y tiene deseos de renovación”.
Asimismo destacó que la Iglesia “no se reinventa” en cada pontificado.
Concluida la misa y ante preguntas de la agencia de noticias EFE sobre el perfil que tiene que tener el próximo papa, Amigo Vallejo dijo que “Dios entiende todos los idiomas y conoce todos los colores de las caras”, por lo que la procedencia del pontífice no tiene importancia, “será el que Dios quiera”.
Sobre estos días de congregaciones de cardenales preparatorias del cónclave, Amigo afirmó que ser elector del nuevo papa supone “una gran responsabilidad” y que entre los cardenales hay “una enorme paz, sabemos que Dios está con nosotros, nos acompaña y esto es una señal del Espíritu Santo”.
“No hay ningún tipo de angustia, sino una gran serenidad, paz y el deseo de buscar aquella persona que puede servir mejor a la Iglesia”, destacó.
Sobre si espera un cónclave corto o largo, dijo que eso no se puede prever.
También explicó que estos días de reuniones han permitido conocerse mejor y que además les fueron facilitadas amplias biografías de los purpurados. Amigo Vallejo subrayó que la gran misión de la Iglesia es la evangelización.
Versiones diferentes. Analistas estiman que en el cónclave que comienza mañana, competirán por imponer un nuevo papa dos sectores de la curia enfrentados en una lucha por el poder que quedó revelada con el famoso escándalo de filtración de documentos "Vatileaks". Uno de los sectores será liderado desde dentro del cónclave por el secretario de Estado y camarlengo, Tarcisio Bertone, de 78 años, mientras su antecesor en el primero de esos cargos, Angelo Sodano, con 85 años, intentará dirigir los hilos desde afuera.
Pero frente a esos dos líderes surgió a su vez una rebelión, el llamado bloque “pastoralista”, que se resiste a las imposiciones de la curia y reclama un papa ajeno a los escándalos y capaz de dar un nuevo impulso a la Iglesia Católica en crisis.
“Sería una pesadilla”, cree un candidato.
En foco. El canadiense Marc Ouellet, de 68 años, afirmó alguna vez que ser papa "sería una pesadilla". Sabe lo que dice, porque tuvo la confianza de dos pontífices como autoridad de alto rango con acceso a información privilegiada en el Vaticano. La notoriedad de su cargo como jefe de la oficina vaticana para los obispos, sus tendencias conservadoras, sus años en Latinoamérica y su trabajo en Roma como presidente de la importante comisión para América latina lo colocan entre los "favoritos" para que sea el primer pontífice del continente americano. Sin embargo, las cualidades por las que es popular en América latina y entre los cardenales que elegirán al papa han contribuido a debilitar su imagen en su Quebec natal.