Aunque la autorización oficial para aumentar las cuotas llegará recién a fines de marzo o a comienzos de abril, en las comunidades escolares no hay dudas de que la actualización no se hará esperar.
Desde el Sadop, hablan de un incremento que iría del 20 al 30 por ciento, porcentaje que copia la inflación anual en el resto de los rubros, salvo que en la educación no hay congelamiento y control de precios de Guillermo Moreno que valgan.
El concepto “tolerancia cero” en relación con el aumento de precios y el 0800 para denunciar a los comercios que apliquen variaciones no rigen en este rubro tan sensible para la mayoría de las familias.
Tampoco cabe, en muchos padres que confiaron sus hijos a una determinada escuela privada –ya sea por su calidad educativa, entorno o razones confesionales–, optar por un “sustituto” hasta que el precio baje.
Aunque el impacto en la economía familiar es muy dispar, a la hora de afrontar la cuota no hay receta para aminorar el impacto, sobre todo cuando hay más de un hijo en etapa escolar.
En un hogar con un ingreso promedio (4.920 pesos en el último trimestre de 2012 en Córdoba, según el Indec) pagar cuotas de 500 pesos para dos chicos representa nada más y nada menos que el 20 por ciento del salario. En el mejor de los casos, algunos optarán por resignar gastos superfluos. Otros no tendrán más que empezar a recortar por lo más básico: la educación que eligieron para sus hijos.