En el sitio del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) se informa que 10.542 pacientes están inscriptos en la lista de espera de órganos y tejidos. De ellos, 150 esperan un trasplante pulmonar, tal como fue el caso de Marisol Oviedo, quien falleció ayer. También es público el caso de Olga Nani, una joven de Villa María de 36 años que padece hace tres años de linfangiomiomatosis, o LAM, una enfermedad rara, progresiva y sistémica, que afecta en particular a los pulmones. Está en coma farmacológico en el Sanatorio Anchorena en Buenos Aires. Es mamá de Ema, una nena de tres años (Ver infografía).
Su caso, al igual de los 150 en el país que esperan un trasplante de pulmón, reedita la dificultad que padecen pacientes y familiares para conseguir donantes. Si bien Argentina viene mejorando, todavía tiene una baja tasa de donantes: 15,7 por millón de habitantes. España tiene 35; Estados Unidos, 26 y Canadá, 15. En 2012, hubo 630 donantes y se beneficiaron 1.460 personas. De Córdoba, fueron 45 los donantes en el año.
Si bien la provincia mejoró su performance luego de cinco años de franca caída, el aporte sigue siendo bajo. La principal razón de la falta de donantes es la negativa de las familias: una de cada dos se niega a donar los órganos de su familiar fallecido. También incide la débil participación integral de todas las áreas del hospital.
En lo que va de enero de 2013, 16 personas fueron donantes cadavéricos en el país y se realizaron 54 trasplantes de órganos, pero ninguno fue pulmonar.