Diego Armando Maradona sufrió en la madrugada del viernes una nueva descompensación por dolores abdominales, fue trasladado a la porteña Clínica Los Arcos, tras previo paso por el Hospital Madre Teresa de Calcuta de Ezeiza, y ahora se encuentra clínicamente estable.

"El paciente se encuentra clínicamente estable y se le seguirán haciendo estudios para determinar el origen de los dolores abdominales", informó el último comunicado del centro sanitario porteño, que se actualizará mañana en horas del mediodía. Maradona había sido hospitalizado hace quince días en el

Sanatorio G¸emes de esta capital por una grave descompensación por su hepatitis tóxica, pero en la madrugada del último miércoles abandonó el centro asistencial.

De allí regresó a su quinta en la localidad bonaerense de Ezeiza.

Maradona, acompañado por su novia y por un grupo de amigos, estuvo sólo dos días en su quinta, ya que en la madrugada del viernes fue atacado por un agudo dolor abdominal y él mismo pidió su traslado a un hospital por lo que fue llevado al "Madre Teresa" de Ezeiza, donde ingresó a las 4.45.

"Ayúdenme, por favor", habría pedido el ex fútbolista quien, según relató posteriormente su médico perdonal Alfredo Cahe, dijo que "nunca en su vida había sentido un dolor tan fuerte".

Ezeiza. Entubado y con máscara de oxígeno, Maradona fue llevado en una ambulancia del sistema de salud de la Municipalidad de Ezeiza al hospital zonal de agudos "Madre Teresa de Calcuta" de esa ciudad.

El director de ese establecimiento, Oscar Cicco, informó a la prensa que rápidamente Maradona fue aliviado de su dolor, y que todos los estudios que se le efectuaron demostraron que se encontraba con sus signos vitales y parámetros "normales".

Sin embargo, Cicco advirtió que Maradona, a quien vio "preocupado", y que estuvo unas cuatro horas en la sala de terapia intensiva, en su opinión, requiere además un "intenso tratamiento psiquiátrico y psicológico".

En raya. Allegados al jugador dijeron que realmente Maradona sintió intensísimos dolores que llegaron a asustarlo, aunque el director del hospital de Ezeiza dijo que según le habían informado, al salir del "Güemes" seguía cumpliendo "una dieta estricta y no consumió alcohol".

El urgente traslado al hospital de Ezeiza volvió a alarmar a la familia de Maradona, cuya ex esposa, Claudia Villafañe, y sus dos hijas, Dalma y Yanina, lo esperaron en la clínica "Los Arcos" del barrio porteño de Palermo, donde quedó internado en una habitación del segundo piso.

Mediante un escueto parte médico y sin grandes precisiones, se informó que Maradona se encuentra estable. Los médicos le seguirán haciendo estudios para determinar el origen de los agudos dolores abdominales que derivaron en una nueva internación del ex astro futbolistico.